Copas de vino
¿Quieres saber si este artículo te va gustar? Escucha este pequeño abrebocas:
¿Sabías que las copas de vino pueden compararse con la jardinería?
¡No estamos locos! Déjanos explicarte.
Aquí te contamos cómo elegir la copa según el tipo de vino, acompáñanos y aprendamos juntos como “sembrar” un vino tinto, blanco o espumante en las copas que los hacen florecer.
En la jardinería no todas las semillas son iguales, algunas necesitan un terreno grande (como un jardín o un bosque) para afirmar sus raíces y brotar con todo su esplendor, dando frutos y flores. Pero hay otras que por el contrario pueden ser sembradas en lugares más pequeños (como recipientes o macetas) y ese se convierte en su hogar perfecto.
Algo similar sucede con las copas de vino, ellas no solo son un recipiente donde pones el vino para llevarlo a la boca, las copas son las encargadas de intensificar tu experiencia con el vino, permitiendo que se exprese, dejándonos ver y sentir todo su potencial.
Si pones por ejemplo, un vino tinto en una copa pequeña y delgada este no podrá respirar, se sentirá atrapado y no podrá entregar al 100% todos sus atributos, algo así como un gran árbol con amplias raíces en una pequeña maceta.
Es decir, la geometría de la copa influye en el sabor del vino, pues según como sea la forma esto puede hacer que la concentración del etanol se distribuya de forma diferente.
3 cosas que debes saber de las copas de vino
Estas son 3 recomendaciones importantes que van a permitirte disfrutar mejor la experiencia con tu vino:
- Si quieres apreciar el vino en todo su potencial, es ideal que las copas de vino sean de cristal, pues este es un material que no aporta sabores ni olores y ayuda a que la temperatura se conserve mejor.
- Ojalá sean totalmente transparentes para que podamos ver y disfrutar del color y el cuerpo del vino como nos gusta.
- Las copas están formadas por tres partes:
1. Una parte superior en forma cóncava que llamamos cuerpo o cáliz y que es donde servimos nuestro vino.
2. Una parte intermedia de forma alargada llamada tallo que es la parte que usamos para sostener la copa.
3. Y en la parte inferior que es plana y circular, a esta le decimos base o pie.
Si estás pensando que siempre has usado copas de vidrio o de colores, no te preocupes, una nueva ola de tendencias ha creado copas para todas las personalidades, elige la que consideres teniendo en cuenta que sacrificaras algunos placeres visuales.
Empecemos con las copas para vino tinto:
El vino tinto tiene una gran gama aromas y sabores deliciosos de descubrir para los sentidos, gracias a sus características este tipo de vino necesita ser “sembrado” en una copa con un cáliz de superficie amplia, pues este necesita espacio para respirar y moverse a su antojo antes de que lo llevemos a nuestra boca.
Estos son algunos ejemplos de los tipos de copa de vino tinto:
- La copa Burdeos es de tallo alto y su cuerpo es amplio, fue diseñada con el fin de oxigenar correctamente el vino permitiéndonos acercar la nariz para reconocer sus aromas.
- La copa Borgoña tiene un tallo mediano y un cuerpo amplio, con el fin de disminuir las sensaciones ácidas y destacar los aromas.
El vino tinto es ideal tomarlo entre los 12 y los 18 grados, similar a la temperatura ambiente (pero si esta no supera los 19ºC)
¿Hasta dónde servir el vino tinto en la copa?
Copa para vino blanco y rosado:
Cuando hablamos de vinos blancos es muy probable que veamos términos como afrutado, cítrico, mineral o mantequilloso, por eso es ideal que los “sembremos” en copas con un cáliz más cerrado. Estas copas suelen ser rectas y tener forma de U, pues esto permite que los aromas se conserven, que no se escapen tan rápido y que la temperatura fresca se conserve para que puedas disfrutarlos en todo su potencial.
Recordemos que los vinos blancos muestran todo su potencial entre los 8 y los 10 grados, una temperatura similar a la de una cerveza.
¿Hasta dónde servir el vino rosado o blanco en la copa?
Copa para espumantes:
¡Ay burbujas! Placer para todos los sentidos, ver, escuchar y sentir en nuestro paladar las burbujas de un vino espumoso es una sensación que nos invita a la celebración.
Cuando pensamos en espumantes hay una regla clara: conservar las burbujas es lo más importante, es por esto que la copa en la que lo “sembremos” es tan vital para hacerlos brillar. Aquí podemos usar una de cuerpo o cáliz angosto para que las burbujas no se pierdan en el aire.
La copa flauta es una de las más usadas para espumantes, pues se considera que esta permite conservar mejor los aromas y ayuda a que las burbujas permanezcan por más tiempo, permitiendo así que podamos observarlas jugueteando a través del cristal.
Hoy por hoy algunos expertos consideran que es probable que esta copa pase a un segundo plano y le de paso a una con un cáliz un poco más amplio, esto, con el fin de que nuestra nariz pueda acercarse un poco más a las burbujas y sentir de cerca los aromas especiales de los vinos espumosos.
La magia de los vinos espumosos se disfruta al máximo entre los 7 y los 9 grados, bien frío, para que se resalte su acidez natural y se expresen las burbujas mucho mejor en tu paladar.
¿Hasta dónde servir un vino espumante en su copa?
“Poder ver sus burbujas subir desde el fondo de la copa hasta las estrellas”. Sommelier Maria Eliza Peñuela
Elegir la copa correcta según el vino se compara con sembrar una semilla en el lugar correcto. Así podremos disfrutar al máximo de toda su magia, de ver, oler y probar todo su potencial.
Y bueno, ahora que ya aprendimos cómo sembrar nuestro vino favorito, te ayudamos a elegir el mejor vino según la ocasión. Realiza nuestro Quiz aquí es fácil y rápido.
*Las piezas gráficas/fotos con la marca vinoconvino.com o Novili son de nuestra autoría.
3 comentarios
Me encanta ? quiero seguir aprendiendo ? muchas gracias ?
Valiosa información
Hola Irene, nos encanta que te haya sido útil la información. Cuéntanos si tienes algín tmea en especial que te gustaría leer. ¡Salud!