Los sentidos en el vino
En este especial haremos un viaje para despertar nuestros sentidos y descubrir el mundo del vino. Tomaremos este universo en nuestro paladar, oleremos la tierra y el clima que lo creó y veremos el proceso de la uva cobrando vida en una copa. Acompáñanos estos próximos 3 meses en un viaje singular para despertar sensaciones dormidas y ¡vivir el mundo con nuestros sentidos!
Una copa de vino será tu tiquete de abordaje y este primer post tu itinerario. Hagamos un pequeño repaso de las estaciones de este viaje. Nuestra próxima parada será la vista, luego el olfato y por último cerraremos con broche de oro despertando nuestro gusto. ¡Hoy te damos la bienvenida a un mundo de sensaciones!
¿Qué llevar para el viaje?
- ¡Tus sentidos bien despiertos!, para vivir al 100% esta aventura.
- Todas las botellas que puedas de tus vinos favoritos y un sacacorchos.
- Por lo menos tres tipos de copa: una para espumante, una para vino blanco y otra para tinto. La copa es muy importante porque nos ayudará a percibir mejor las sensaciones y al vino a que exprese mejor todas sus características.
- Pan y agua. Ellos serán tus mejores amigos a la hora de poner los pies en otras tierras. Si quieres cambiar tu vino chileno para pasar del Valle de Colchagua a Ribera del Duero, con un vino español. El pan y el agua limpiarán tu paladar para que puedas saborear muy bien todo lo que tienen para darte las tierras españolas.
Mapa de los sentidos en el vino:
Los sentidos nos permiten grabar el mundo a nuestro alrededor, una película en 5 D que va a nuestro recuerdo para dejar una huella. Los vinos despiertan de una forma tan especial nuestros sentidos que muchos amantes de su universo son capaces de recordar cada copa que han bebido y guardan en la cava de su memoria pequeños tesoros de cepas y cosechas.
Vista
Esta es la entrada al mundo del vino. El primer paso de lo que puede ser una experiencia inolvidable. Tan solo con ver un vino podemos darnos cuenta del tiempo que ha pasado antes de llegar a nuestra copa o incluso detalles de su proceso. Cuando bebes una copa te has llegado a preguntar, ¿quiénes plantaron la viña de donde viene?… ¿sabías que hay viñedos que tienen más de 60 años?
Datos como el cuerpo o los años en barrica, son algunas de las pistas que nos puede dar un vino con tan solo verlo.
Sabes qué es el cuerpo del vino—–> Aquí te lo explicamos fácil<—-
Olfato
Una de las cosas que nuestra mente graba con facilidad son las melodías o las letras de las canciones, después vienen ¡los olores! Te ha pasado que vas caminando y sientes un olor que te recuerda algo especial, a la comida de la abuela o a una persona, por ejemplo. A veces, nos saltamos este importante paso y vamos directo a probar. Los expertos dejan que el vino se exprese para permitir que la experiencia los envuelva y poder grabarlo mejor en su memoria.
En el mundo animal, en muchas ocasiones, las parejas las encontramos por la nariz, el olfato es el que nos guía hasta ella o él. Entonces, si siguieras tu olfato y pudieras elegir un vino como tu pareja , ¿cuál sería su olor?, ¿ya tienes un vino en mente?
Gusto
El tercero en desarrollarse después del tacto y la vista. Este es el sentido que normalmente más estímulos nos da, por eso siempre lo tenemos tan presente. Lo primero que identificamos es el sabor: dulce, salado, ácido/agrio, amargo o umami (a lo que saben muchas comidas asiáticas, ya lo veremos después). Por el gusto podemos experimentar la cepa (tipo de uva), la madera, la tierra y hasta el clima que hicieron parte de la creación de nuestro vino, todo esto se transforma en lo que sentimos en nuestra boca.
Entonces, prepara tu paladar para vivir este mundo de sabores, ¿prefieres el chocolate amargo, los cítricos, tropicales o frutos rojos?, hay muchos para explorar o… ¿qué tal la fiesta de burbujas que crean los espumantes en nuestra boca?
No te preocupes si aún tu paladar, vista y olfato no comprenden muy bien algunas de las sensaciones. Los sentidos se educan a través de la experiencia y probando es que se aprende.
¿Qué tal esta aventura? Nos vemos en la siguiente estación (Ver) para vislumbrar el arcoíris de colores que enmarca el comienzo de este viaje. Los ojos bien abiertos y los sentidos bien despiertos para que descubras con tus ojos, tu olfato y tu paladar este laberinto de sentidos en el que vamos a caminar.