Torbreck The Struie 2008 – 24 botellas disponibles
Estoy sentado en el sofá de mi casa, es mi espacio favorito en el mundo. Me siento cómodo, la luz es tenue, el clima perfecto y me acompaña a mi lado derecho una botella de Torbreck. Está servida mi segunda copa.
Con el tiempo he descubierto que el vino es una buena compañía para escribir, también para leer, así que mientras ustedes leen les sugiero abrir también su botella favorita.
Hoy hablaremos de Australia, el Lucky Country, un país impresionante en todos sus aspectos de vida… Ya entenderán por qué me acompaña una botella de Torbreck, este vino australiano, al igual que su país, me marcó la vida y el paladar.
Para hablar de Torbreck The Struie 2008 es inevitable no hacer un recorrido geográfico, histórico y sensorial por su país de origen.
Así que intentaré llevarlos de viaje con la imaginación por sus tierras. Australia es el sexto país más grande del mundo (en superficie), el continente más seco, menos poblado, más plano, con los terrenos de mayor antigüedad y los suelos menos fértiles; Sólo los extremos Sureste y Suroeste tienen un clima templado: parte es selva tropical, parte pastos y parte desierto; y aún así, ninguno de estos factores ha sido impedimento para la producción de vinos de alta calidad.
El Syrah o Shiraz, como es llamada en Australia, es la cepa insignia del país, se logró adaptar de una manera perfecta a las condiciones climáticas y de suelo, tanto así que hoy es el referente mundial de esta cepa. El origen real quizá sea en la ciudad de Shiraz en Persia (de ahí su nombre) o en el Ródano Francésse. Sea cual sea el caso, este es un fruto poderoso, que produce vinos cremosos, especiados, con aromas a chocolate, ciruelas pasas y con el tiempo envejece muy bien.
Ahora bien, Australia no siempre fue un país que resaltara por sus vinos. Fueron los ingleses los que, en 1836, se asentaron en el valle de Barossa, el más grande valle vitivinícola de Australia con sus imponentes casonas señoriales, que aún hoy se pueden ver en las colinas al este de los montes de Barossa. Corryton Park, Collingrove, Keyneton, y Angaston (la casa de los Hill Smith), tienen un aire de la elegante vida rural de una sociedad adinerada, casi puedo imaginarlos con sus chaquetas rojas, resultado de la caza al zorro, envueltos en sonidos de trompetas y perros pointer, rodeados de buen vino, todo al estilo aristocrático inglés, lo único que no encajaba muy bien para los ingleses era que los vinos de -Burdeos- y -del Rin- que añoraban solían llegar en pésimas condiciones, pues las traumáticas travesías marítimas duraba meses…
¿La solución? Hacer su propio vino.
Para trabajar los viñedos y las bodegas, los terratenientes trajeron a refugiados religiosos de Silesia, a la vera del Mar Báltico y parte de Polonia, si bien estos no brillan en la historia por criar gran vino, sí cuentan con una excelente y sabrosísima cocina. Claramente la mezcla del estilo inglés con la ética sumamente trabajadora de Silesia ha sido una fusión especial.
Hoy se pueden ver las hileras de viñedo que miden el ancho de un arado de cebada de dos caballos (la filoxera jamás pasó por aquí). Estas históricas parcelas con sus increíbles y retorcidas vides de siglo y medio, son los más antiguos viñedos en labrado.
El sector vitivinícola australiano ha tenido un crecimiento espectacular en los últimos años, batiendo varios récords:
– Son ellos los artífices de muchos de los avances tecnológicos de la industria del vino, son ellos los que llevaron el acero inoxidable a los procesos de producción.
– Desarrollaron todo el control fitosanitario de la industria moderna del vino, precursores del uso de la tapa rosca para el vino.
– Impulsadores de las botellas de 1.5 litros, como la mejor relación consumo, guarda, transporte y precio final al público.
– El sabor de sus tierras es reconocido por su producción de vinos tintos ‘ferrosos’ gracias al alto contenido de este mineral en sus suelos, que a pesar de este detalle, su sabor no implica un gusto metálico
En los últimos veinte años ha aumentado su superficie vitícola en el 160%, mientras España y otros países europeos han reducido sus plantaciones en el 25%. Australia ocupa cada día más espacio en mercado mundial, reduciendo el protagonismo de la vieja Europa. Aquí, los visitantes llegan de todas partes del mundo para saborear su cocina y por supuesto gozar de vinos de productores de asombrosos como Grange y Hill of Grace.
El resumen de toda esta introducción, y ya en mi tercera copa, es la esencia de Torbreck, una historia donde el alumno aplicado supera al maestro. David Powell, inspirado en el Ródano Francésse se independiza de Rockford para dedicarse a rescatar viñedos con más de 100 años de edad y decide desarrollar una técnica de equilibrio entre tecnología ligera y producción artesanal/campesina de la zona de Barossa. Hoy los vinos de este alumno aplicado son el orgullo del vino excelso y moderno de Australia, sinónimo de prestigio, reverenciado por la crítica mundial.
Puede ser un acompañante ideal para un estupendo cordero, para una noche de escritura como la mía o solo para jugar y disfrutar en copa.
*Este vino puede tener sedimentos, recuerda decantarlo antes.
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Torbreck The Struie 2008- Datos técnicos
VARIETAL: 100% Shiraz
REGIONES: Eden Valley (+ viñas viejas de 40 años) y Barossa Valley (60 años viñas viejas).
COSECHA: Marzo del 2008
pH: 3.62
ÁCIDO: 6,14 g / L
ALCOHOL: 15% Alc / Vol
TRATAMIENTO EN ROBLE: 18 meses en roble francés con experiencia.
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